Nací en Campana, Provincia de Buenos Aires, pero desde muy chiquita que vivo en capital así que porteña al fin al cabo. Siempre me interesé en las culturas antiguas en particular la de Egipto y así fue como a los 12 años decidí que mi destino sería estudiar Egiptología en Francia, que en ese momento eran los mejores de todos.
Fui a un secundario Artístico, el Fernando Fader, donde mis profesores me enseñaron el Arte y el Arte de la vida; donde con un sueldo miserable y una escuela destartalada nos enseñaban el grandioso Coliseo Romano y las obras de Dalí y Miguel Angel. Esas personas me cambiaron la vida y me enseñaron el arte de la docencia y la devoción por sus pasiones.
Cuando terminé el colegio secundario pude cumplir mi sueño realidad y venirme a Montpellier, el sur de Francia, la ciudad donde nunca se oculta el sol para hacerlo.
Nunca fui discriminada, ni golpeada, violada o maltratada ideológicamente. La única riña inocente que tuve fue con una mujer de Nueva Zelanda que insistía su asombro al verme rubia de ojos claros y yo insistía mi asombro al no verla bailando sus danzas tradicionales. Nunca sabré si avergonzada o pinchada con su mismo veneno se fue.
Personalmente, yo pienso que mi estadía es momentánea. Europa nunca fue para mí más que una etapa de mi vida donde pueda lograr mis metas profesionales. Estoy en contacto permanente con los avances en la Argentina y pienso que allí es mi lugar de ser.
Tal vez el lector se diga y con algo de razón que por ahí soy demasiado joven. Puede ser. Pero como la escuela francesa apunta a proyectarse en el futuro y yo siempre supe que había en el futuro mío, volver con todas estas fantásticas cosas a Argentina, a devolver esas hermosas y maravillosas cosas que hicieron por mí 6 años de enseñanza pública y docentes maravillosos. A enseñar, por qué no, en escuelas destartaladas sin proyector alucinante de 6 metros y sin el Vaticano o Castillos majestuosos cerca.
Quiero nutrirme con lo mejor de Europa y mezclarlo con lo mejor de Argentina y tratar de enseñarlo. Solo el tiempo y el destino dirán si mis ideas podrán llevarse a cabo.
Pienso cuando leo historias de este sitio que a veces la gente dramatiza un poco las cosas. Creo que muchas veces dejé de leer historias porque sentía que me hacían mal. Pero luego entendí que si vos apretaste un botón en el Google que decía Argentina; algo te pasa.
Por más que no quieras volver o la extrañes cada segundo, la necesitás, ya sea para admirarla o para tratar de descargar tus resentimientos. Porque sino no estarías leyendo esta historia, ni estarías en este sitio.
Pienso que la gente debería pensar donde es feliz y ahí quedarse; como un montón de amigos franceses que juran nunca más volver a pisar Francia mismo en vacaciones o todas esas personas con ilusiones rotas europeas que la tierra latinoamericana salvó, como el caso de mi papá y mi abuela.
Cuando uno se inserta en las sociedades nuevas se sorprende, en mi caso con risa, de lo parecidos que somos. Hay médicos truchos, gente estafada, dinero que no alcanza, pobre sistema sanitario, profesores pobres. Y ese es el punto somos todos seres humanos tratando de ser felices. Y si tu felicidad está en Burkina Faso o en Italia, me parece perfecto que la busques, así como la felicidad de los miles de extranjeros que cada año van a la Argentina y hacen de ella su hogar y escribirán en sus blogs de despatriados que nunca mas querrán volver a Europa.
Para vos que sos un buscador:
Te aliento a que realices tus sueños y que te salgan lo mejor posible, ya sea por amor, dinero (que en ese caso en este momento tenemos una linda crisis en Europa cosa que no te recomiendo venir) o profesión y ojalá que te salga lo mejor posible.
Que uses tu ciudadanía Europea las veces que hace falta sin sentir vergüenza y sin sentirte mal. Que festejes los goles de Argentina o en mi caso el ganarle a Francia en el Mundial de Rugby aunque ni siquiera sepas cuantos jugadores hay en la cancha.
Que cruces medio país hasta España solamente para buscar un Dulce de leche. Que mires Cha cha cha o a Capusotto por el Youtube en esas noches solitarias.
Y sobre todo te deseo buscador, que nunca olvides que más allá de ser argentino, sudaca, italiano, Sos una persona buscando tu felicidad Y que tu lugar en el mundo es aquel que vos quieras."
